En el pasado escuché mucho la frase “aprender a estar conectada con tu cuerpo” y confieso que cada vez que la oía me quedaba con cara de tonta. Por supuesto que estoy conectada con mi cuerpo, vivo en este mismo cuerpo, así que sí o sí hay una conexión ¡¿no?!
Durante los meses de mi reto, sin embargo, entendí, por fin, qué es la conexión de la que la gente habla.
No es simplemente un vínculo, sino más bien una comunicación a través de la cual consigues entender cómo funciona tu cuerpo y qué es lo que necesita.
Hablando con la gente, además, he aprendido que cada cuerpo es diferente y que lo que le va bien a uno, no necesariamente es lo más indicado para otro. Asimismo, con el pasar de los años nuestro cuerpo va cambiando y hay que ser capaz de notar esos cambios y de adaptar nuestro estilo de vida a ellos.
Por esta razón es importante aprender a comunicar con nuestro cuerpo, experimentar, escucharlo, y entender lo que nos quiere transmitir.
Por ejemplo, yo he aprendido que estar cansada me sienta fatal, me pongo muy de mal humor, no soy nada productiva y, además, me entran antojos y ganas de comida basura.
Por qué solemos tener antojos
Según mi experiencia, y la de otras personas con las que he podido hablar del tema, éstas son las situaciones más comunes por las cuales solemos tener antojos:
- Estamos aburridas y no tenemos nada que hacer.
- Estamos cansadas porque llevamos unos días durmiendo pocas horas y/o mal.
- Estamos estresadas.
- Necesitamos relajarnos después de un largo día.
- Estamos deshidratadas.
- Necesitamos una distracción de lo que estamos haciendo.
- Nos ofrecen comida gratis.
- Estamos continuamente rodeadas de comida tentadora: las vendings, el supermercado, la gente a nuestro alrededor que consuma esas comidas.
- Nos hemos impuesto horarios de comida estrictos.
- Esperamos demasiado tiempo para comer.
- No nos ha gustado lo que acabamos de comer y nos apetece algo de sabor agradable.
¿Te suena alguna?
Soluciones para eliminar los antojos de comida
Partiendo de la lista de razones más comunes, he pensado en un total de 15 razones por las cuales podríamos tener antojos y aquí abajo te propongo una solución para cada una de ellas. Apúntate las que más te resuenan y valora si la solución está a tu alcance:
1. Identifica esos momentos en los cuales comes porque estás aburrida:
¿Qué puedes hacer para no estar aburrida? Búscate un hobby, sal a caminar, lee, queda con alguien, haz voluntariado, escribe, haz deporte. ¿Se te ocurre algo más?
2. Si te notas cansada:
Échate una siesta y haz lo posible para descansar más y mejor.
3. Si notas que el estrés te provoca antojos:
¿Puedes identificar cuál es la razón de ese estrés? ¿Puedes hacer algo para cambiar esa situación? Si crees que no puedes hacer nada, puedes pedir ayuda?
4. Si te entran antojos porque tienes necesidad de relajarte después de un día duro:
Haz un ejercicio de agradecimientos. Puedes hacerlo simplemente mentalmente o inclusive escribirlo. La idea es que encuentres todas las situaciones de tu día por las cuales estás agradecida. El ejercicio es aún más eficaz si consigues estar agradecida por algo malo que te ha pasado durante el día en el que, sin embargo, consigues encontrar algo positivo. Por ejemplo: estoy agradecida de que mi jefe me haya mirado mal cuando he ido a comer en el momento en el que he empezado a tener hambre, porque esto significa que estoy tomando control sobre mi salud.
5. Si notas una sensación de hambre, asegúrate primero que en realidad no sea sed:
Cuando notas las señales de hambre toma un vaso de agua. Si al cabo de un rato sigues teniendo hambre, entonces es que de verdad tienes hambre.
6. Si lo que necesitas solo es una distracción de lo que estás haciendo:
Aprovecha para tomar un vaso de agua y sal a la calle a dar un paseo o haz algo de movimiento.
7. La comida gratis:
Genial si es saludable, mal si es basura. Intenta visualizarte comiendo esa comida basura y haz lo mismo pero comiendo una comida saludable que te encanta y que, como eres una persona organizada, tienes al alcance. Tu misma mente tiene el poder de convencerte que lo que más te apetece es comida saludable.
8. Aprende a leer las etiquetas y no hagas que la industria alimentaria elija por ti:
Ten en cuenta que la industria alimentaria invierte mucho dinero en intentar venderte productos que han creado en laboratorio para que sean altamente adictivos para ti. Además, invierte otra gran cantidad de dinero para hacer que esa comida sea siempre a tu alcance y, otra táctica que suelen usar es convencerte de que se trata de una comida saludable aunque en realidad no lo sea. Menos mal que nosotras somos más lista como para caer en esas trampas, ¿verdad? La primera regla sobre etiquetas es leer la lista de los ingredientes. El primer ingrediente que aparece es el que está presente en mayor cantidad, así que si el primero o el segundo es azúcar, en cualquiera de sus formas, no quieres ingerir ese alimento.
9. Come cuando EMPIEZAS a tener hambre:
No esperes a comer a un horario específico o cuando, de repente, te das cuenta de que no puedes esperar más. Cuando llegas a ese punto extremo es muy fácil perder el control, es posible que comas más rápido, más cantidad y comida no saludable. La manera en la que comes es tan importante como lo que comes. Comer antes de morirse de hambre te hace comer más despacio y te hace disfrutar más de la comida.
10. Come solo lo que te gusta de verdad:
Si comes algo solo porque has escuchado que es bueno para tu salud pero su sabor no te agrada mínimamente, es muy probable que al cabo de un rato te entren ganas de comer algo que tenga un sabor que reconoces como delicioso y que, posiblemente, sea comida basura.
11. Identifica un alimento que te encanta y tenlo siempre al alcance:
Es probable que tengas una fruta favorita, o tal vez una verdura, o unas nueces, o alguna receta fácil como estas bolitas energéticas, una nutella saludable o un hummus. Organízate para poderla tener siempre a tu alcance.
12. No tengas comida basura en casa:
En general, no tengas en casa esas comidas que sabes que no quieres consumir pero que sí cederías en momentos de debilidad.
13. No salgas de casa sin comida saludable y agua:
Si sabes que vas a estar mucho tiempo fuera de casa, llévate uno de tus alimentos favoritos y que no se te olvide mantenerte hidratada.
14. El trocito de chocolate después de comer:
El chocolate no es malo, pero depende del tipo y de la cantidad que consumes. Cambia tus tabletas de chocolate con leche con unas de chocolate negro del porcentaje más alto. Puedes empezar con un 70% e ir subiendo. En el papel que envuelve la tableta apúntate la fecha en la que la has empezado y rétate a que te dure siempre más tiempo.
15. Come suficiente comida hasta que estés saciada:
Es muy desaconsejable comer demasiado, pero tampoco es bueno quedarte con hambre porque al cabo de un rato te entrarán antojos.
Qué hacer cuando no hay manera de controlar tus antojos
Nadie es perfecto y siempre hay la posibilidad de caer en tentación. Primer paso en estos casos es entender que NO ES NADA GRAVE. A menos que no sea algo recurrente, caer en tentación no va a borrar los resultados que has conseguido en la última semana en la que has comido saludable, y sentirte culpable te llevará a estresarte y, por consecuencia a tener más antojos. Pues sí, es un círculo vicioso que sólo TÚ tienes el poder de romper.
A mediados de marzo, unas dos semanas antes de sacar las fotos del reto para el mes de abril, noté en mi cuerpo que “algo no iba bien”. Era un sábado y tenía que ir al súper y antes de ir decidí comer una buena merienda para no ceder en comprar cualquier cosa. Me porté muy bien y solo compré lo que tenía en mi lista, pero a la vuelta a casa no pude controlarme y paré a comprar un barrita de chocolate y, para cenar, volví a salir de casa para comprar comida reconfortante, aunque tuviera comida hecha en casa.
Intenté sacar toda mi fuerza de voluntad para que eso no ocurriera pero no fue suficiente, así que lo único que me quedó fue aceptarlo. Sin embargo, me tomé el tiempo de pensar por qué razón me había dado ese ataque y lo que descubrí fueron emociones de miedos, nervios e inseguridad.
Perfecto, una prueba más de que sigo siendo humana y no hay nada preocupante.
Acepté mis emociones y me di respuestas, disfruté del banquete y me fui a la cama pensando que mañana será un nuevo día y estaré un poco mejor.
¿Te ha pasado de no poder controlar tus antojos de ninguna manera?
Si te vuelve a pasar te invito a pararte un momento y a analizar qué es lo que está pasando de verdad. Identifica la causa y busca una solución para que no vuelva a ocurrir. Conéctate con tu cuerpo y aprende a interpretar lo que quiere comunicarte. Claro está que si esos antojos te suelen pasar a menudo, y la mayoría de las veces no consigues controlarlos, entonces allí sí hay un problema de base y deberías empezar a trabajarlo seriamente, posiblemente con la ayuda de alguien.
¿Te resuena lo que acabas de leer?
¿Consideras que tienes una buena conexión con tu cuerpo?
¿Has identificado las razones por las cuales sueles tener antojos?
¿Crees que podrías aplicar alguna de las soluciones propuestas?
Me encantaría leer sobre tu experiencia y quisiera invitarte a dejar un comentario aquí abajo.
Como siempre, no dudes en compartir este post si crees que podría ser interesante para alguien que conoces. La barra que ves aquí abajo con los símbolos de las redes sociales te permite compartir este post en diferente redes sociales, inclusive WhatsApp 😉
Finalmente, si este post te ha parecido interesante, te invito a leer también Mis trucos en la cocina para comer siempre saludable y, además, rico donde te doy unos consejos para organizarte en la cocina y tener siempre a mano comida saludable para evitar, o aceptar, tus antojos.
Mil gracias por pasarte por aquí!
Un abrazo fuerte,
Claudia Canu is a former junk food and sugar addict transformed into a Health Motivator with a master’s degree in Nutrition. She has created this website not only to share her «Journey to her Healthy Forties» but also to help other busy women with basic knowledge about nutrition and who don’t love cooking, to live a healthier life, and achieve big goals.
To get in contact with Claudia, visit the contact page. To read more about her, click here.