Probé muchos remedios que aseguraban resultados excelentes, pero el milagro nunca llegó. Un día consideré el hecho de que, tal vez, lo que necesitaba no era enfocar toda mi energía en ese cambio físico, sino en ver otros aspectos de mi vida que pudieran estar relacionados. ¿Qué estaba pasando en mi vida que no me dejaba perder peso y que, al revés, me lo seguía haciendo ganar? Necesitaba ver la “big picture”.
¿Qué hay detrás de esos michelines?
Empecé a observar mis hábitos alimenticios, a fijarme en qué comía, cuando lo comía y en qué estado emocional me encontraba en esos momentos.
Me di cuenta de que en general mis comidas y mis cenas eran bastante equilibradas, pero mis meriendas no. En momentos de estrés y de inestabilidad emocional necesitaba snacks reconfortantes. Noté como tenía episodios de “atracones”, una especie de necesidad imparable por ingurgitar esos alimentos que, sin embargo, debería estar evitando.
Noté, también, que tenía la costumbre de comer ese tipo de comida para premiarme o consolarme. Premiarme si había conseguido algo bueno y consolarme si me había pasado algo malo.
Te confieso que al darme cuenta de todo esto me asusté porque pensé que sería imposible cambiar esos patrones a los que estaba tan enganchada.
Empecé a investigar sobre el tema y fue así como aprendí el concepto de comer emocional del que quiero hablarte más extendidamente en otro post.
Eso sí, fue toda una revelación porque me di cuenta de que había acertado con mi teoría de la “big picture”. El primer paso para desprenderme de esos michelines no era centrarme en cómo perder esa grasa acumulada, sino en cómo evitar tener esos momentos en los cuales sentía la necesidad de comer comida basura que seguía aumentando el tamaño de esos michelines.
Cómo eliminar la causa
La primera táctica que probé fue usar mi fuerza de voluntad para no ceder al deseo de bollos, chocolatinas y comida ultra-procesada. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la fuerza de voluntad no es infinita y llega un momento en el que se te acaba, cedes a lo que no deberías ceder y, por consecuencia, te sientes aún más culpable y quieres comer más y peor. ¡Vaya círculo vicioso!
Lo que necesitaba hacer era eliminar la causa. Tenía que evitar pasar por momentos de estrés e insatisfacción, conseguir un equilibrio emocional y mantenerlo.
Lo que personalmente me ayudó a evitar el estrés y a estar más satisfecha con mi vida fue un cambio de trabajo. Y algunas de las herramientas que me ayudaron (y me siguen ayudando) en mantener una estabilidad emocional son las siguientes:
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- El yoga, 10 minutos diarios.
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- La meditación, 10 minutos diarios.
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- Las afirmaciones para mantener mi objetivo siempre presente.
- Estar agradecida por todo lo que tengo en mi vida.
Prometo que escribiré más sobre estos puntos en artículos futuros.
Entiendo que mi proceso personal no es universal, pero sí creo que si consiguieras eliminar, o reducir, el estrés en tu vida, si pudieras estar más satisfecha y pudieras mantener cierto equilibrio emocional, sería un paso adelante para acercarte a un estilo de vida más saludable.
¿Crees que hay algo en tu vida que te impide conseguir un estilo de vida sano?
¿Cuál solución crees que podría ayudarte a estar mejor?
Cuéntamelo con un comentario aquí abajo y si crees que este post podría ser interesante para alguien en tu vida, no dudes en compartirlo.
Te invito a leer el post “Cómo mantener tus hábitos saludables aunque el destino esté en tu contra” para saber qué más pasó durante mi primer mes del reto
Mil gracias por pasarte por aquí.
Un abrazo grande y feliz vida saludable,
Claudia Canu is a former junk food and sugar addict transformed into a Health Motivator with a master’s degree in Nutrition. She has created this website not only to share her «Journey to her Healthy Forties» but also to help other busy women with basic knowledge about nutrition and who don’t love cooking, to live a healthier life, and achieve big goals.
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Hola tienes mal linkeado el post «como mantener…». Me gusta tu blog.
Hola Gabriela! Me alegro mucho de que te guste mi blog 🙂
Mil gracias también por tomarte el tiempo y comentarme del error del enlace. Ya está arreglado 🙂
Un abrazo!